es la de la historia más larga de
todas las que conocemos. Desde mediados del segundo milenio antes de Cristo
hasta nuestros días llegan los testimonios del griego. La muy rica
documentación en textos muy diversos de épocas muy distintas nos ofrece un
extenso conocimiento de su evolución y sus dialectos. Es por otra parte, una
lengua de estructura gramatical compleja, que ha conservado bien los rasgos
lingüísticos de la familia indoeuropea. Y un idioma de gran flexibilidad
formal, ágil sintaxis y extraordinaria riqueza léxica. Es un instrumento verbal
de gran precisión y elegancia para expresar los matices y aspectos del mundo
real. Por todo ello merece una estacada atención de los estudiosos.
Pero el conocimiento de la lengua
griega resulta mucho más importante aún por otra razón: la de su lugar en la
Historia como punto de partida de la cultura occidental. En Grecia encontramos
las raíces de nuestro modo de pensar y expresar el mundo, y muchos de los
logros iniciales y decisivos del rumbo de la cultura europea se expresaron y
pensaron por primera vez en palabras y conceptos griegos. La aurora del
pensamiento occidental se dio en Grecia hace más de dos mil quinientos años. En
Grecia nacieron los géneros literarios clásicos, además de las formas
artísticas canónicas de la tradición occidental.
Primero fue la épica, con las dos
grandes epopeyas de Homero, la Iliada y la Odisea. Luego la lírica en sus
varias formas; y más tarde el teatro, con sus dos formas de la tragedia y la
comedia, ambas surgidas en la Atenas clásica. La filosofía, la historiografía y
los primeros tratados en prosa de intención científica, como los tratados
médicos de Hipócrates y sus discípulos, surgieron en la Jonia ilustrada. Y la
oratoria, la crítica literaria, la historia, la filosofía, la medicina, la
matemática, las Ciencias Naturales... encontraron su culminación en la Atenas
de la época de Tucídides, Hipócrates, Platón, Demóstenes y Aristóteles.
Más adelante, la ciencia griega
continuó su curso en periodo helenístico, en el Museo de Alejandría y en otras
ciudades. El espíritu científico griego viene a consolidarse de modo cabal, ya
independizado de la filosofía, en las matemáticas de Euclides y Arquímedes, en
las astronomía de Ptolomeo, y en la medicina de Galeno. Los orígenes de la
Historia de la Ciencia son griegos. Y aún nos sorprenden los avances
conseguidos pro esos sabios griegos en tan remoto periodo y con tan exiguos
medios tecnológicos. Pero la huella del saber enciclopédico y la ambición
filosófica de Aristóteles y Platón perdura además a través de la influencia de
sus escuelas filosóficas: el Liceo y la Academia.
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