miércoles, 20 de marzo de 2013

Importancia del Griego como lengua de cultura



es la de la historia más larga de todas las que conocemos. Desde mediados del segundo milenio antes de Cristo hasta nuestros días llegan los testimonios del griego. La muy rica documentación en textos muy diversos de épocas muy distintas nos ofrece un extenso conocimiento de su evolución y sus dialectos. Es por otra parte, una lengua de estructura gramatical compleja, que ha conservado bien los rasgos lingüísticos de la familia indoeuropea. Y un idioma de gran flexibilidad formal, ágil sintaxis y extraordinaria riqueza léxica. Es un instrumento verbal de gran precisión y elegancia para expresar los matices y aspectos del mundo real. Por todo ello merece una estacada atención de los estudiosos.

Pero el conocimiento de la lengua griega resulta mucho más importante aún por otra razón: la de su lugar en la Historia como punto de partida de la cultura occidental. En Grecia encontramos las raíces de nuestro modo de pensar y expresar el mundo, y muchos de los logros iniciales y decisivos del rumbo de la cultura europea se expresaron y pensaron por primera vez en palabras y conceptos griegos. La aurora del pensamiento occidental se dio en Grecia hace más de dos mil quinientos años. En Grecia nacieron los géneros literarios clásicos, además de las formas artísticas canónicas de la tradición occidental.

Primero fue la épica, con las dos grandes epopeyas de Homero, la Iliada y la Odisea. Luego la lírica en sus varias formas; y más tarde el teatro, con sus dos formas de la tragedia y la comedia, ambas surgidas en la Atenas clásica. La filosofía, la historiografía y los primeros tratados en prosa de intención científica, como los tratados médicos de Hipócrates y sus discípulos, surgieron en la Jonia ilustrada. Y la oratoria, la crítica literaria, la historia, la filosofía, la medicina, la matemática, las Ciencias Naturales... encontraron su culminación en la Atenas de la época de Tucídides, Hipócrates, Platón, Demóstenes y Aristóteles.

Más adelante, la ciencia griega continuó su curso en periodo helenístico, en el Museo de Alejandría y en otras ciudades. El espíritu científico griego viene a consolidarse de modo cabal, ya independizado de la filosofía, en las matemáticas de Euclides y Arquímedes, en las astronomía de Ptolomeo, y en la medicina de Galeno. Los orígenes de la Historia de la Ciencia son griegos. Y aún nos sorprenden los avances conseguidos pro esos sabios griegos en tan remoto periodo y con tan exiguos medios tecnológicos. Pero la huella del saber enciclopédico y la ambición filosófica de Aristóteles y Platón perdura además a través de la influencia de sus escuelas filosóficas: el Liceo y la Academia.

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